La salud y el placer del Lingam
Dos de los problemas más comunes para la sexualidad masculina son la disfunción eréctil y la eyaculación precoz. Son problemas que llegan a ocasionar desde ansiedad hasta depresión, y que incluso alcanzan a afectar a nuestras relaciones personales.
Existen sanas prácticas para acabar con este tipo problemas. El masaje lingam es uno de ellos. Se trata de una técnica tántrica para relajar al hombre hasta llevarlo a su lado más sensible de manera que consiga valorar más las nimiedades y terminar con sus incordios. Es indispensable que sea realizado al hombre por su pareja y que ambos se lo tomen en serio, no como una relación sexual más.
El objetivo principal de este masaje no es el orgasmo ni la eyaculación, se trata de encontrar una nueva manera de placer alejada de las convicciones comunes alejándose así de la meta que es para muchos llegar al deseado clímax sexual.
Es necesario que exista una preparación tanto física como mental para realizar este masaje, así como una confianza plena en la pareja.
Prepara el masaje del miembro masculino paso a paso
La preparación es muy sencilla. El hombre debe ser consciente de que su actitud, desde el principio tiene que ser totalmente pasiva. Su postura debe de ser relajada, tomando una respiración lenta y pausada controlada a un ritmo normal para llegar al mayor grado de relajación posible.
El inicio debe estar plagado de miradas, caricias y cálidos besos, todo esto para crear el clima necesario. A partir de aquí, el hombre se tumba boca arriba con la cabeza ligeramente alzada sobre una almohada, con las piernas levemente separadas y las rodillas ligeramente doblas.
Con ayuda de un aceite aromático, se comienza masajeando el cuerpo completo hasta pasar a al masaje testicular una vez comience la erección. Se empieza por los genitales y el escroto, y se pasa suavemente, con la ayuda de las yemas de los dedos, al pirineo para, si se desea, comenzar un masaje prostático para estimular el punto G masculino.
Aquí pasaríamos al masaje del pene, alternando el ritmo, presionando la base y deslizando desde arriba hacia abajo hasta llegar a estimular el glande con extrema suavidad. En este momento hay que tener en cuenta que se trata de alargar al máximo el orgasmo, ya que la finalidad es conseguir el control de la eyaculación. Es importante caer en el juego de miradas para llegar a entenderse con esta.
Hay que recordar que, literalmente, no se trata de una masturbación sexual con final feliz, sino de una descarga fisiológica para descubrir sensaciones mucho más allá de lo físico y lo mundano.
El masaje lingam no es más que una técnica más que se encuentra dentro del masaje tantra para hombres. Siguiendo una buena terapia sexual se puede acabar con la base de muchos de nuestros problemas que nos afectan a nuestro día a día.